Terapia hormonal de la menopausia: la ciencia que devuelve el equilibrio (y el sueño)

Ocho de cada diez mujeres tienen sofocos o sudores nocturnos al llegar a la menopausia.
Y más de un tercio los describe como “moderados” o “intensos”, lo que se traduce en noches cortas, cansancio y un humor algo cambiante.

En España, la menopausia suele presentarse entre los 50 y 51 años, y con ella llegan cambios físicos y emocionales que pueden afectar el bienestar diario.
La terapia hormonal de la menopausia (THM) se plantea como una opción eficaz para quienes buscan aliviar los síntomas, mejorar su calidad de vida y, además, proteger la salud ósea.

Eso sí: aunque es un tratamiento probado y eficaz, requiere criterio y seguimiento médico.
La THM es segura cuando se administra correctamente, pero conviene conocer sus beneficios, sus límites y las consideraciones que cada mujer debe tener en cuenta antes de empezar.

En las próximas líneas encontrarás qué es la terapia hormonal, los tipos disponibles, los beneficios avalados por la ciencia y los puntos clave que deberías conocer antes de iniciar este tratamiento.

¿Qué es la terapia hormonal de la menopausia?

La THM es uno de los avances más relevantes en el manejo de los síntomas de la menopausia. Su objetivo es sencillo y lógico: reponer las hormonas naturales (estrógeno y progesterona) que disminuyen durante esta etapa, ayudando al cuerpo a recuperar su equilibrio.

Definición y objetivos principales

La THM consiste en la administración de fármacos que sustituyen la función endocrina del ovario de la forma más fisiológica posible. El objetivo principal es restablecer los niveles hormonales para aliviar los síntomas característicos de la menopausia, además de prevenir complicaciones a largo plazo como la osteoporosis.

Los medicamentos utilizados en la THM pueden administrarse de diversas formas:

  • Terapia sistémica: incluye pastillas, parches cutáneos, geles y aerosoles.
  • Terapia local: anillos vaginales, comprimidos o cremas

Diferencia entre THM y THS

Aunque tradicionalmente se conocía como Terapia Hormonal Sustitutiva (THS), actualmente los especialistas prefieren el término terapia hormonal de la menopausia (THM), reservando el término “sustitución” específicamente para casos de insuficiencia ovárica prematura que ocurre antes de los 40 años.

¿Cuándo se recomienda iniciar el tratamiento?

Las sociedades científicas internacionales coinciden en que la THM resulta más beneficiosa cuando se inicia en los siguientes casos:

  • En mujeres menores de 60 años o dentro de los primeros 10 años desde el inicio de la menopausia.
  • En casos de menopausia prematura o insuficiencia ovárica temprana
  • Cuando los síntomas afectan significativamente la calidad de vida

Es fundamental destacar que la terapia hormonal de la menopausia debe iniciarse independientemente de la edad cuando se establezca la indicación médica específica. Sin embargo, el tratamiento requiere una evaluación médica individualizada, considerando el historial médico, personal y familiar de cada mujer.

La duración del tratamiento no tiene limitaciones obligatorias establecidas. No obstante, la FDA recomienda utilizar la THM durante el menor tiempo posible y con la dosis más baja que resulte efectiva para controlar los síntomas.

Los datos recopilados durante las últimas dos décadas confirman que la THM es una terapia segura y eficaz cuando se prescribe adecuadamente. Además de aliviar los síntomas menopáusicos, también ha demostrado beneficios en la prevención de fracturas osteoporóticas y en la mejora del deterioro cognitivo.

Tipos de tratamientos hormonales disponibles

Los tratamientos hormonales disponibles para la menopausia se adaptan a las necesidades específicas de cada mujer. La elección del tipo de terapia depende principalmente de si la paciente conserva o no el útero, además de otros factores médicos individuales.

Terapia con estrógenos

El estrógeno constituye el elemento fundamental en el tratamiento de la menopausia. Esta terapia se recomienda exclusivamente para mujeres a quienes se les ha realizado una histerectomía, pues el uso de estrógenos sin progestágenos aumenta el riesgo de cáncer de endometrio en mujeres con útero.

Los estrógenos más utilizados en España son el estradiol y, en menor medida, los estrógenos equinos conjugados. La dosis habitual de estradiol es de 1 mg/día por vía oral o 0,05 mg/día por vía transdérmica.

Terapia combinada de estrógenos y progesterona

Para mujeres que conservan el útero, se prescribe una terapia combinada que incluya tanto estrógenos como progestágenos. Esta combinación se puede administrar de dos formas:

  • Terapia continua: administración diaria de ambas hormonas
  • Terapia secuencial: estrógenos diarios con adición de progestágenos durante 10-14 días cada mes

La progesterona micronizada se puede administrar por vía oral (200 mg/día durante 12 días/mes en régimen cíclico, o 100 mg/día en régimen continuo).

Formas de administración (oral, transdérmica, vaginal)

Las opciones de administración varían según las necesidades específicas:

Vía sistémica:

  • Oral: Presenta una biodisponibilidad del 5 %
  • Transdérmica: Ofrece una biodisponibilidad superior (35-50 %) y niveles plasmáticos más estables.
  • Gel: Alcanza niveles plasmáticos pico de 70 pg/ml con una biodisponibilidad del 32-50 %

Vía local:

  • Vaginal: Ideal para síntomas específicamente urogenitales, disponible en forma de cremas, anillos o comprimidos

La vía transdérmica presenta ventajas significativas, particularmente en mujeres con hipertensión, hipercolesterolemia o mayor riesgo de colelitiasis. Además, evita el efecto de primer paso hepático, característico de la administración oral.

Beneficios comprobados de la THM

Los estudios científicos han confirmado múltiples beneficios de la terapia hormonal de la menopausia, respaldando su papel fundamental en el manejo de los síntomas menopáusicos y la prevención de complicaciones a largo plazo.

Alivio de los sofocos y sudores nocturnos

La terapia sistémica con estrógenos, administrada sola o en combinación con progestágenos, constituye el tratamiento más efectivo para los síntomas vasomotores. Además de aliviar los sofocos, esta terapia resuelve eficazmente la sequedad vaginal y las relaciones sexuales dolorosas.

Mejora de la salud ósea

El estrógeno sistémico proporciona una protección considerable contra la pérdida ósea que ocurre al inicio de la menopausia. Los estudios han demostrado que la THM:

  • Reduce notablemente el riesgo de fracturas vertebrales y de cadera mientras se mantiene el tratamiento.
  • Incrementa la densidad mineral ósea en todas las localizaciones críticas, incluyendo columna lumbar, cuello femoral y cadera total.
  • Disminuye el riesgo relativo de fracturas totales con un índice de riesgo de 0,70 (IC 95 %: 0,63-0,79)

Efectos positivos en la calidad de vida

Investigaciones recientes han documentado mejoras significativas en la calidad de vida de las mujeres que reciben THM. Un estudio epidemiológico que incluyó a 1.344 mujeres menopáusicas reveló una mejora notable en la puntuación global de calidad de vida. Específicamente:

  • Las pacientes con terapia hormonal mostraron una mejora de 13,62 puntos en la escala de calidad de vida
  • Los dominios psíquico y sexual presentaron mejoras significativas
  • La terapia demostró beneficios adicionales como la reducción del riesgo de diabetes y cáncer colorrectal.

La eficacia del tratamiento puede manifestarse gradualmente, requiriendo hasta tres meses para alcanzar sus efectos completos. Asimismo, los estudios indican que los beneficios de la THM superan considerablemente los riesgos potenciales, especialmente cuando se inicia en mujeres menores de 60 años.

Consideraciones importantes antes de iniciar la terapia hormonal de la menopausia

Antes de comenzar la terapia hormonal de la menopausia, resulta esencial efectuar una evaluación exhaustiva para garantizar su seguridad y eficacia.

Evaluación médica necesaria

La valoración clínica completa constituye el primer paso fundamental. Durante esta evaluación, el especialista debe:

  • Llevar a cabo pruebas diagnósticas específicas para descartar patologías ginecológicas.
  • Evaluar la calidad de vida mediante la escala Cervantes
  • Analizar el historial médico, personal y familiar

Factores de riesgo a considerar

Las contraindicaciones absolutas para los THM incluyen:

Además, existen factores que requieren especial atención:

  • Hipertensión arterial no controlada
  • Patologías de la vesícula biliar.
  • Antecedentes familiares de trombosis

Para mujeres con útero, se recomienda emplear la dosis más baja de estrógenos y progesterona que controle eficazmente los síntomas. En casos de síntomas exclusivamente locales, las cremas o comprimidos vaginales representan la opción más adecuada.

Duración recomendada del tratamiento

La duración óptima del tratamiento varía según las necesidades individuales y el diagnóstico médico que haya realizado:

  • El tiempo debe ser el menor posible, sin superar los 5 años.
  • Se requiere evaluación anual para valorar la necesidad de continuación
  • En casos de síntomas vasomotores y problemas psicológicos, generalmente se administra durante 2-3 años.

Si los síntomas reaparecen tras la suspensión, resulta crucial consultar con el médico para evaluar la posibilidad de reanudar o prolongar el tratamiento. La decisión sobre la duración debe basarse en un balance individualizado entre riesgos y beneficios.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) recomienda utilizar la THM durante el menor tiempo posible y con la dosis más baja que resulte efectiva. Esta recomendación busca maximizar los beneficios mientras se minimizan los posibles riesgos asociados al tratamiento.

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