Cómo cuidar tu higiene íntima si tienes una infección vaginal
Cuando hay una molestia íntima—picor, ardor o flujo raro—es natural querer limpiar más… pero el exceso puede ser contraproducente. La alteración del equilibrio natural de la microbiota vaginal y del pH puede favorecer la aparición de infecciones como la vaginosis bacteriana, candidiasis o cistitis. Mantener un ambiente saludable en la zona íntima es clave para prevenir el crecimiento de hongos y bacterias que pueden causar infecciones e irritaciones.
Es fundamental comprender la importancia de respetar los mecanismos naturales de defensa de la mucosa vaginal para prevenir patologías y mantener la salud genital de las mujeres.
Aquí te explicamos cómo cuidar tu higiene íntima en el área vulvo-vaginal sin eliminar las defensas naturales en caso de infección vaginal.
No entres en modo “ducha interna”
Tus lactobacilos, los guardianes naturales del entorno vaginal, ya tienen bastante con regular el pH (alrededor de 4.5). Si haces duchas internas, armas un desmadre biológico: matas lo bueno, ayudas a lo malo y puedes provocar un desequilibrio en la microbiota vaginal. Además, no es recomendable usar el mismo método de higiene para todas las zonas o situaciones, ya que cada una requiere cuidados específicos.
¿Qué evitar para no empeorar la infección vaginal?
Cuando se trata de cuidar la higiene en caso de una infección en la zona íntima, es esencial prestar atención a los productos y hábitos que pueden agravar la situación. Evita el uso de jabones convencionales, geles con fragancias o productos que no estén formulados específicamente para la zona íntima, ya que pueden alterar el pH y provocar irritaciones o desequilibrios en la flora vaginal. Opta siempre por geles de higiene íntima suaves, con ingredientes naturales como extractos botánicos y aloe vera, que ayudan a mantener el equilibrio y la protección de la zona.
La ropa interior juega un papel fundamental: elige prendas de algodón, que permiten una mejor transpiración y reducen el riesgo de humedad y molestias. Evita la ropa ajustada o sintética, ya que puede favorecer la aparición de irritaciones y aumentar el riesgo de infecciones.
No recurras a duchas vaginales ni a productos agresivos, puesto que pueden eliminar las bacterias beneficiosas y empeorar la infección. Si experimentas sequedad, prurito o cualquier molestia persistente, consulta con un profesional de la salud antes de probar nuevos productos. Recuerda que la higiene diaria debe ser delicada y enfocada en mantener el equilibrio natural de la zona íntima, utilizando la cantidad adecuada de gel de higiene y evitando el exceso de limpieza.
- Evita esponjas, geles perfumados, aceites o productos “refrescantes”.
- No uses geles con pH neutro o alcalino sin justificación médica.
- No te pongas ropa sintética o demasiado ajustada que atrape humedad. Un ambiente húmedo favorece el crecimiento de hongos y bacterias, lo que puede derivar en infecciones. La ropa sintética contribuye a crear un ambiente propicio para el crecimiento de hongos, por lo que se recomienda preferir prendas de algodón y mantener la zona seca y transpirable. Existen diversos factores, como el uso de antibióticos, las duchas vaginales o ciertos hábitos de higiene, que pueden influir en la aparición de infecciones.
En casos como el embarazo o la menstruación, se deben extremar los cuidados, ya que estas situaciones pueden aumentar el riesgo de desarrollar afecciones como la candidiasis o la cistitis. Es importante recordar que el olor natural de la zona íntima es normal y que el uso de productos perfumados puede alterar este olor y causar irritaciones.
Higiene inteligente = limpieza suave y precisa
- Lava solo los genitales externos una vez al día, evitando los lavados internos (más solo si hay sudor, sangrado o actividad). Después, realiza la limpieza de la manera y forma correcta: siempre de adelante hacia atrás y nunca en sentido contrario, para prevenir infecciones y la proliferación de bacterias. Recuerda limpiar la zona genital cuidadosamente después de ir al baño para prevenir infecciones y mantener la salud íntima.
- Usa agua tibia y gel específico para el área genital, con pH fisiológico o suaves agentes, sin jabón fuerte. Es importante limpiar cuidadosamente todas las partes externas de la zona íntima.
- Seca muy bien con toalla limpia, siempre de algodón, para evitar irritaciones en la zona íntima femenina. Una higiene adecuada ayuda a reducir la presencia de bacterias y otros microorganismos, proporcionando una agradable sensación de frescor y bienestar en la zona.
Consejos prácticos para la higiene íntima:
- Utiliza productos adecuados para el cuidado del área genital, preferiblemente geles íntimos que respeten el pH y la microbiota vaginal.
- Cambia la ropa interior diariamente y opta por tejidos de algodón.
- Durante la menstruación, cambia con frecuencia las compresas o tampones.
- Mantén siempre la sensación de frescor y comodidad tras cada higiene.
Precauciones durante la menstruación
Durante la menstruación, la higiene de la zona íntima merece una atención especial. En esta etapa, el pH de la zona íntima puede alterarse con mayor facilidad, lo que incrementa el riesgo de infecciones como la cistitis, la candidiasis o la vaginosis bacteriana. Además, la mucosa vaginal puede experimentar cambios que la hacen más sensible, por lo que es fundamental adaptar la rutina de limpieza y cuidado para proteger la salud y el bienestar de la mujer.
La limpieza debe realizarse con agua tibia y un gel de higiene íntima formulado específicamente para la zona íntima femenina, evitando el uso de jabones convencionales o productos perfumados que puedan causar irritación o desequilibrios. Algunos de estos geles contienen ingredientes como glycerin, que actúa como hidratante y humectante suave, y disodium cocoyl glutamate, un agente limpiador delicado que ayuda a proteger la piel sensible. Es recomendable realizar el lavado una vez al día, o más si hay sudoración o sangrado abundante, siempre con movimientos suaves y sin frotar en exceso.
La elección de la ropa interior también juega un papel clave: opta siempre por prendas de algodón, que permiten que la piel respire y ayudan a prevenir la acumulación de humedad y bacterias. Cambia con frecuencia las compresas, tampones o salvaslips para evitar la proliferación de microorganismos y reducir el riesgo de molestias o infecciones.
Si durante la menstruación notas síntomas como picor, enrojecimiento, irritación o cualquier cambio inusual en la zona íntima, es importante consultar con un profesional de la salud para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones.
Recuerda que cada mujer, en función de su edad o etapa de la vida —como la adolescencia, el embarazo o la menopausia— puede requerir cuidados y productos específicos para mantener el equilibrio y la protección de la zona íntima. Prestar atención a los cambios y necesidades individuales es esencial para prevenir desequilibrios y mantener la salud íntima en cada momento.
A continuación, te dejamos algunos consejos para la higiene íntima durante la menstruación:
- Utiliza productos específicos para la higiene íntima que respeten el pH y la microbiota vaginal.
- Cambia con frecuencia los productos de higiene menstrual.
- Evita el uso de duchas vaginales y productos perfumados.
- Seca bien la zona íntima después del lavado para proteger la mucosa.
- Usa ropa interior de algodón y evita prendas ajustadas.
En definitiva, la menstruación exige una higiene íntima cuidadosa, la elección de productos adecuados y una atención constante a las señales del cuerpo. Así, podrás disfrutar de mayor frescura, protección y bienestar durante todo el ciclo.
Relaciones sexuales y tu higiene íntima
Las relaciones sexuales pueden influir directamente en la salud y la higiene de la zona íntima de la mujer. Para prevenir infecciones y molestias, es recomendable realizar una limpieza suave antes y después de cada encuentro, utilizando un gel de higiene íntima que respete el pH y la flora natural. Este sencillo hábito ayuda a eliminar residuos y reduce el riesgo de aparición de infecciones como la vaginosis bacteriana o la candidiasis.
El uso de preservativos es una medida eficaz para protegerse frente a infecciones de transmisión sexual y mantener el equilibrio de la zona íntima. Si tienes una infección activa, como candidiasis o vaginosis, es importante tratarla adecuadamente antes de retomar las relaciones sexuales para evitar complicaciones o contagios.
La comunicación con la pareja es clave para mantener una rutina de higiene íntima saludable y prevenir problemas. No dudes en hablar sobre cualquier molestia, cambio o necesidad especial relacionada con la zona íntima. Recuerda que el cuidado de la higiene íntima es una parte fundamental de la salud de la mujer y contribuye a disfrutar de relaciones más seguras y satisfactorias.
Actifemme Gel íntimo alcalino (pH 8)
Actifemme Gel Íntimo Alcalino pH 8, formulado sin jabón y suave, ha sido diseñado para situaciones específicas: cuando hay candidiasis o irritación en la vagina. Entre sus características principales destacan su pH alcalino, la ausencia de jabón y su capacidad para proteger el equilibrio natural de la zona íntima. Su objetivo: promover la higiene íntima y proporcionar una sensación de frescor y bienestar tras su uso.
- Alcaliniza con el objetivo de evitar la proliferación fúngica.
- Calmar picor, ardor e irritación.
- Limpiar delicadamente el área íntima sin alterar el microbioma —gracias a su fórmula sin jabón.
- Indicado para la higiene íntima en caso de patología como candidiasis, vaginosis bacteriana u otras infecciones.
Se recomienda no utilizar el mismo producto para todas las etapas del cuidado íntimo, ya que cada situación requiere una formulación específica para mantener la protección natural de esta área delicada.
¿Qué contiene y cómo lo usamos?
La fórmula de Actifemme® Íntimo Alcalino contiene aceite del árbol del té, extracto de hoja de olivo, ácido láctico, Bisabolol, Aloe Vera y Laureth-9. Con pH 8.
El uso regular en casos de infección fúngica, constituye una práctica adecuada para mantener la salud íntima, proporcionando una sensación de frescura, comodidad y protección tras cada aplicación.
Modo de uso
Aplicar sobre el área húmeda de la zona íntima, masajear suavemente y enjuagar con agua tibia. Recomendado una vez al día durante la infección, cuidando especialmente las áreas externas. Tras su uso, se experimenta una agradable sensación de frescor y bienestar en la zona genital. Además, se aconseja realizar la higiene íntima antes y después de las relaciones sexuales para reducir el riesgo de infecciones.
¿Cuándo usar este gel y cuándo no?
- Ideal en infecciones fúngicas (candidiasis): calmante y preventivo para la higiene íntima femenina.
- No es para empleo diario indefinido: para higiene íntima habitual se prefieren geles con pH 4.5 y suaves.
- Perfecto justo después del tratamiento, cuando hay irritación residual o riesgo de recaída.
- Importante: no se debe usar el mismo producto para todas las situaciones de higiene íntima, ya que cada caso puede requerir un cuidado específico.
En caso de irritación persistente, síntomas inusuales o cualquier duda, es recomendable consultar con un profesional de la salud.
En resumen:
Pasos recomendados |
¿Cuándo y por qué? |
---|---|
Limpieza suave + gel específico |
Elimina molestias sin eliminar bacterias amigas. Utiliza la cantidad adecuada de producto para evitar irritaciones y mantener la higiene óptima. |
Aplicar gel de higiene íntima alcalino pH 8 |
Útil durante candidiasis para calmar y cortar reacciones |
Tras la infección en la vagina |
Recupera la flora con probióticos (ej. Actifemme Óptima), vuelve a pH 4.5. La presencia de síntomas debe guiar la elección del producto y la frecuencia de uso. |
Consejos prácticos para el cuidado íntimo tras una infección:
- Utiliza siempre productos específicos para la higiene íntima, evitando jabones agresivos.
- Mantén el área seca y limpia, cambiando la ropa interior frecuentemente.
- Durante la menstruación, cambia compresas o tampones con regularidad.
- No realices duchas vaginales, ya que pueden alterar la microbiota y el pH.
- Consulta a tu ginecólogo si los síntomas persisten o reaparecen.
¿Sabías que…?
En candidiasis, la piel y la mucosa externa pueden inflamarse y permanecer sensibles tras el tratamiento. Un gel calmante específico ayuda a acelerar la recuperación de la mucosa sin provocar resequedad. Sin embargo, en ocasiones la sequedad puede persistir y requerir cuidados adicionales para restaurar el confort y la hidratación de la zona íntima. Tras la recuperación, es común experimentar una sensación de confort y bienestar en la zona íntima, gracias a la protección y frescura que aportan estos cuidados.
Cuida tu zona íntima con la ciencia adecuada, ni más ni menos.