Resveratrol vs trans-resveratrol: diferencias y beneficios para la salud

Resveratrol vs. trans-resveratrol: el duelo que termina en equipo… y en cápsula 💊

Si llevas tiempo buscando un salvavidas científico (y cómodo) para los sofocos, el cansancio de “huesos de cristal” y los picos de ánimo que trae la menopausia, quizá te suenen estos dos nombres. Hoy aclaramos quién es quién, por qué la forma trans gana en efectividad y cómo Actifemme Menescor convierte la teoría en práctica diaria.

1. De uvas (y cacahuetes) a tu rutina: la historia exprés

Resveratrol

  • Polifenol defensor de plantas: salta al ruedo cuando la vid o el cacahuete sienten estrés.
  • Antioxidante multitarea: neutraliza radicales libres y mima el endotelio vascular.

Trans-resveratrol

  • Es la versión molecular “diestra”: más estable y 3-4 × mejor absorbida que su hermano “cis”.
  • En estudios clínicos, 75 mg × 2/día han sido suficientes para mejorar densidad ósea, flujo cerebral y calidad de vida en mujeres posmenopáusicas. pubmed.ncbi.nlm.nih.gov

2. ¿Por qué no basta con la copa de vino?

Sí, el resveratrol “vive” en el vino tinto, las uvas y el chocolate negro… en microgramos. Para igualar la dosis clínicamente útil (≈150 mg/día) necesitarías:

  • 75 kg de uva fresca
  • 30 kg de pistachos
  • 30 botellas de vino/día (con azúcares y alcohol incluidos)

Moraleja: tu hígado y tu báscula firmarían bajas voluntarias antes de la primera semana. De ahí el valor de un complemento que concentre el principio activo sin calorías vacías.

3. Entra en escena Menescor

Menescor reúne en cada cápsula:

Trans-resveratrol Veri-te™ – la misma materia prima utilizada en el ensayo RESHAW (125 mujeres, 24 meses) que demostró:

  • ↓ sofocos y sudoraciones nocturnas
  • ↓ dolor articular y muscular
  • ↑ densidad ósea lumbar y de cuello femoral
  • ↑ rendimiento cognitivo y bienestar general veriteresveratrol.com

Vitamina D3 – esencial para la absorción de calcio y la inmunidad, pero también sinergiza con el resveratrol protegiendo mitocondrias y tejido muscular. mdpi.com

Traducción a sensaciones cotidianas

  • Menos “olas de calor” sorpresa a media reunión.
  • Articulaciones que no crujen como puertas antiguas cada vez que subes escaleras.
  • Piel con brillo de “me he dormido 8 horas” (aunque tu gato opine lo contrario).
  • Un “chip mental” más despierto para nombres, contraseñas y ese chiste que se te queda en la punta de la lengua.

4. Cómo actúa el dúo dentro de ti

  1. Refuerza la microcirculación → más oxígeno al cerebro y hueso.
  2. Enciende SIRT1 y óxido nítrico → vasos flexibles, tensión controlada.
  3. Apaga el incendio oxidativo → menos estrés celular, piel y colágeno protegidos.
  4. Sinergia con vitamina D → hueso más denso y músculo menos fatigado.

5. ¿Es Menescor para mí?

  • , si atraviesas peri- o posmenopausia y los sofocos te ponen en “modo tostadora”.
  • , si buscas apoyo óseo sin hormonoterapia.
  • , si quieres un antioxidante potente sin litros de vino (ni sus resacas vintage).
  • Consulta a tu profesional sanitario si tomas anticoagulantes o tienes condiciones crónicas específicas.

¿Sabías que…?

  • El binomio resveratrol + vitamina D ha mostrado efectos complementarios en la salud mitocondrial y muscular, clave para frenar la sarcopenia que acelera tras la menopausia. mdpi.com
  • En el ensayo RESHAW, las mujeres que tomaron 150 mg/día de trans-resveratrol mejoraron su masa ósea hasta un 4 % en columna en solo 12 meses. veriteresveratrol.com
  • Resveratrol es un fitoestrógeno: se acopla al receptor de estrógenos para “rellenar el silencio hormonal” sin ser una hormona propiamente dicha. veriteresveratrol.com

 

Unleash Women’s Health — desata tu vitalidad con ciencia, no con suposiciones.

(Y si el vino te apetece, tómalo por placer, no por su resveratrol. Tu salud —y tus papilas— lo disfrutarán más).


Resveratrol: para qué sirve en mujeres de 50 años

Resveratrol a los 50 +: la molécula que tu cuerpo invita a todas sus fiestas

Cuando los estrógenos empiezan a bajar la música, el resveratrol sube al escenario: calma sofocos, protege huesos y mantiene la mente con la luz encendida. Todo con el respaldo de ensayos clínicos (y sin obligarte a beberte la bodega entera).

1. ¿Qué es el resveratrol… y por qué habla tu mismo idioma hormonal?

Es un polifenol que la vid, los cacahuetes y algunas bayas fabrican como chaleco antibalas vegetal. En nosotras actúa como antioxidante y fitoestrógeno suave: se acopla al receptor de estrógeno para que el cuerpo no note tanto la “bajada de volumen” propia de la menopausia. (pmc.ncbi.nlm.nih.gov)

2. Beneficios que la ciencia ya ha puesto negro sobre blanco

Área clave Lo que vieron los estudios
Sofocos & bienestar En el ensayo RESHAW (75 mg de trans-resveratrol, 2×/día, 24 meses) disminuyeron los sofocos y mejoró la calidad de vida global de las participantes. (veriteresveratrol.com, pubmed.ncbi.nlm.nih.gov)
Mente despierta El mismo protocolo elevó un 33 % el rendimiento cognitivo y mejoró el flujo sanguíneo cerebral +12 %. (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov, sciencedirect.com)
Huesos fuertes + densidad mineral ósea en columna y cuello femoral tras 12 meses; riesgo de fractura a la baja. (pmc.ncbi.nlm.nih.gov)
Corazón elástico +23 % en la dilatación mediada por flujo (FMD), indicador de arterias flexibles, con 75 mg diarios durante 6 semanas. (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov)
Metabolismo afinado Mejora de sensibilidad a la insulina y menor resistencia en mujeres con prediabetes. (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov)

3. ¿Cómo lo consigue?

  1. Escudo antioxidante – Apaga radicales libres antes de que dañen colágeno, ADN y neuronas. (pmc.ncbi.nlm.nih.gov)
  2. Óxido nítrico en ON – Relaja los vasos y mejora la microcirculación (hola, cerebro oxigenado). (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov)
  3. SIRT1 activada – La proteína apodada “botón de longevidad” que imita parte de los efectos de una dieta hipocalórica, sin contar almendras. (pmc.ncbi.nlm.nih.gov)

4. ¿Y la dosis realista?

  • Trans-resveratrol ≥ 75 mg/cápsula (el isómero con mejor biodisponibilidad).
  • Objetivo de referencia: 150 mg/día, continuados ≥ 12 semanas para notar cambios tangibles (los grandes ensayos llegaron a 24 meses). (pmc.ncbi.nlm.nih.gov)
  • Tómalo con el desayuno: una fuente de grasa buena (aguacate, AOVE) potencia su absorción.
  • Complementos de lujo: vitamina D, K2 y magnesio trabajan en equipo para huesos y músculo.

Comer uvas y chocolate es delicioso, pero alcanzar 150 mg implicaría 75 kg de uva o 30 botellas de vino al día. Tu hígado ya hizo las maletas.

5. Temas a considerar

  • Anticoagulantes, terapias hormonales o diabetes tratada: coméntalo con tu médico; el resveratrol también sabe opinar en esos caminos metabólicos.
  • Intestino sensible: dosis > 500 mg/día pueden dar guerra digestiva. Mantente en el rango clínico de 75–200 mg.

6. Preguntas que siempre nos hacemos

  • ¿Engorda?
    No. Calorías ≈ 0. Lo que engorda es el vino donde a veces lo confundimos.
  • ¿Vale cualquier “resveratrol” del súper?
    Busca el apellido “trans-” y procedencia controlada (Polygonum cuspidatum o fermentación certificada). Sin eso, la potencia puede quedarse en aperitivo.
  • ¿Sirve también para ellos?
    Sí. Mejora la sensibilidad a la insulina y la salud vascular en hombres.

7. Llévalo al día a día

  1. Muévete: fuerza + cardio moderado realzan el impacto óseo y cardiometabólico.
  2. Proteína de calidad: legumbres, pescado azul, huevos. Tu colágeno lo agradecerá.
  3. Descansa: 7-8 h; sin sueño ni el mejor suplemento rinde al 100 %.

8. Para llevar en el bolsillo

El resveratrol no es un pase VIP a la inmortalidad, pero sí un gestor de mantenimiento premium a partir de los 50: enfría sofocos, refuerza hueso, despeja la mente y mantiene las arterias en modo “manguera nueva”. Todo ello validado por estudios sólidos y sin obligarte a vivir entre barricas.

 


Menopausia por Histerectomía: ¿Qué es? Tratamiento Ginecología

La Menopausia Quirúrgica: Todo lo que necesitas saber

La menopausia quirúrgica ocurre en mujeres en edad fértil tras una histerectomía (extirpación del útero) y ooforectomía (extirpar los ovarios), o solo de los ovarios. Esta cirugía provoca el cese inmediato de los períodos menstruales al detener los períodos y provocar cambios hormonales abruptos. A diferencia de la menopausia natural, que ocurre gradualmente permitiendo al cuerpo adaptarse, la menopausia quirúrgica provoca una interrupción abrupta de la función ovárica y, por ende, una aparición repentina de síntomas menopáusicos.

Síntomas Inmediatos: Sofocos

Los síntomas iniciales incluyen sofocos, trastornos del sueño, sudoración excesiva, dolores de cabeza, mareos, ansiedad, irritabilidad, depresión y disminución de la libido. Los sofocos, particularmente, son preocupantes en la menopausia quirúrgica. Estos pueden durar de 30 segundos a 20 minutos y pueden ocurrir hasta 50 veces al día.

Las consecuencias físicas y emocionales de estos síntomas pueden afectar significativamente la calidad de vida, aumentando el riesgo de problemas de salud y la necesidad de apoyo emocional y seguimiento médico.

Síntomas Tardíos

Entre uno y dos años después de la cirugía, pueden surgir cambios corporales debido a niveles bajos de estrógenos, como piel seca y arrugas profundas, uñas quebradizas, pérdida de brillo y caída del cabello. Además, la sequedad vaginal, el aumento del colesterol en sangre, y un mayor riesgo de osteoporosis son comunes. Un estudio revela que estos síntomas tardíos, como la sequedad vaginal y el aumento del colesterol, son más prevalentes en mujeres con menopausia quirúrgica.

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Tratamientos para la Menopausia Quirúrgica

1. Terapia Hormonal Sustitutiva (THS): Reemplaza los estrógenos que normalmente producen los ovarios, reduciendo los sofocos, la pérdida de colágeno y la sequedad vaginal. Sin embargo, conlleva riesgos como un leve aumento en la posibilidad de accidentes cerebrovasculares. Es importante consultar a un médico para obtener recomendaciones sobre la terapia hormonal sustitutiva y otros tratamientos.

2. Tratamientos Farmacológicos Alternativos a la THS: Incluyen el uso de antidepresivos para reducir sofocos, medicamentos para la presión arterial y anticonvulsivos. Estos pueden tener efectos secundarios indeseados, por lo que su uso es limitado.

Conclusiones

La menopausia quirúrgica es una condición que afecta significativamente la calidad de vida de muchas mujeres. Aunque los tratamientos disponibles pueden aliviar algunos de los síntomas, es fundamental una comprensión completa de las opciones y sus riesgos. Consultar con profesionales de la salud y buscar asesoramiento farmacéutico es esencial para manejar esta etapa de manera efectiva y segura.


Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP): Causas, síntomas y tratamientos

La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es una infección seria que afecta a los órganos reproductores de la mujer, como el útero, las trompas de Falopio y los ovarios. Esta afección puede ser causada por diferentes bacterias que se transmiten durante las relaciones sexuales sin protección, como la clamidia y la gonorrea. Además, otras bacterias presentes en la vagina también pueden causar EIP si ingresan al útero a través del cuello uterino.

Los síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica pueden variar en intensidad, pero generalmente incluyen dolor abdominal bajo, flujo vaginal anormal, fiebre, náuseas y dolor durante las relaciones sexuales. Es importante buscar atención médica inmediata si se experimentan estos síntomas, ya que la EIP puede causar daño permanente en los órganos reproductivos y aumentar el riesgo de infertilidad.

El tratamiento para la enfermedad inflamatoria pélvica generalmente incluye antibióticos para combatir la infección. En casos más severos, puede ser necesario internarse en el hospital para recibir tratamientos intravenosos. También es importante que la pareja sexual sea tratada para prevenir reinfecciones. Se recomienda practicar sexo seguro y hacerse chequeos regulares para detectar y tratar cualquier infección de manera oportuna.

¿Qué es una enfermedad inflamatoria pélvica o EIP?

La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es una infección en los órganos reproductivos femeninos, como los ovarios, las trompas de Falopio, el útero y el cuello uterino. Esta infección suele ser causada por bacterias que se transmiten durante las relaciones sexuales sin protección.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)?

Los síntomas comunes de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) son variados y pueden afectar diferentes aspectos de la salud y el bienestar de las mujeres. Uno de los síntomas más frecuentes es el dolor en la parte baja del abdomen, que puede ser persistente y severo. Este dolor puede intensificarse durante las relaciones sexuales, haciendo que la actividad íntima sea incómoda o incluso dolorosa. Además, muchas mujeres con EIP experimentan dolor al orinar, lo cual puede confundirse con infecciones urinarias.

Otro síntoma significativo de la EIP es el sangrado anormal o irregular. Esto puede incluir sangrado entre períodos menstruales o después de las relaciones sexuales. Acompañando estos síntomas, las mujeres pueden notar un flujo vaginal anormal, que puede variar en color, consistencia y olor. Este flujo inusual puede ser un indicio de infección y debe ser evaluado por un profesional de la salud.

La fiebre es otro síntoma común de la EIP, a menudo acompañada de fatiga extrema. Las mujeres pueden sentirse constantemente cansadas y sin energía. En algunos casos, la EIP también puede causar náuseas y vómitos, lo que puede complicar aún más la situación de la paciente. El dolor de espalda, especialmente en la parte baja, es otro síntoma que puede aparecer, añadiendo más incomodidad y malestar.

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La sensibilidad en la parte baja del abdomen es un signo adicional que puede ser detectado durante un examen físico. Esta sensibilidad puede ser un indicativo de inflamación o infección en los órganos pélvicos.

Dada la diversidad y severidad de los síntomas asociados con la EIP, es crucial que las mujeres consulten a un médico si experimentan alguno de ellos. La enfermedad inflamatoria pélvica puede llevar a complicaciones graves, incluyendo infertilidad, embarazo ectópico y dolor pélvico crónico, si no se trata de manera adecuada. La atención médica oportuna y el tratamiento adecuado son esenciales para prevenir estas complicaciones y asegurar una recuperación completa.

¿Cuáles son las principales causas de la EIP?

Las principales causas de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) son las infecciones de transmisión sexual, especialmente la gonorrea y la clamidia. Estas bacterias pueden infectar el cuello uterino y viajar hacia el útero, las trompas de Falopio y los ovarios, causando inflamación en estos órganos. Otras causas menos comunes de la EIP pueden incluir la inserción de dispositivos intrauterinos (DIU), el drenaje posterior de la endometriosis, cirugías ginecológicas, abortos o legrados mal realizados, y partos o cesáreas previas.

Es importante tener en cuenta que la EIP puede ocurrir en mujeres de todas las edades, pero es más frecuente en aquellas que son sexualmente activas, jóvenes y tienen múltiples parejas sexuales. La prevención de la EIP incluye el uso de preservativos durante las relaciones sexuales, la detección y tratamiento temprano de las ITS, y el control regular con un profesional de la salud.

¿Cómo prevenir la enfermedad inflamatoria pélvica o EIP?

Para prevenir la enfermedad inflamatoria pélvica, es fundamental practicar sexo seguro. Utilizar métodos de protección adecuados como preservativos puede reducir significativamente el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, que son una de las principales causas de la enfermedad inflamatoria pélvica.

Mantener una buena higiene íntima también es esencial. Lavarse con agua y jabón suave periódicamente, especialmente después de tener relaciones sexuales, puede ayudar a prevenir la proliferación de bacterias.

Realizar controles ginecológicos periódicos es otro paso crucial. Asistir a revisión ginecológica regularmente permite detectar cualquier problema a tiempo y prevenir la aparición de enfermedades como la EIP.

Evitar la promiscuidad sexual es también importante. Tener múltiples parejas sexuales aumenta el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, por lo que es recomendable mantener relaciones monógamas o usar protección en caso de tener varias parejas.

Tratar las infecciones vaginales a tiempo es relevante. Infecciones como la candidiasis o la vaginosis bacteriana pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad inflamatoria pélvica si no se tratan adecuadamente. Es importante acudir al médico ante cualquier síntoma de infección vaginal.

Mantener un estilo de vida saludable también ayuda. Una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar el tabaco y el alcohol pueden fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como la EIP.

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Factores de riesgo: Enfermedad inflamatoria pélvica

Existen varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Uno de los factores más significativos es la edad, especialmente en mujeres menores de 25 años. Este grupo de edad es más vulnerable debido a que el cuello uterino no está completamente maduro, lo que facilita la entrada de bacterias.

Tener múltiples parejas sexuales también incrementa el riesgo de EIP. La exposición a diversas fuentes de infección aumenta las posibilidades de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS), como clamidia o gonorrea, que son causas comunes de EIP. Además, un historial de ITS previas eleva considerablemente el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

El uso de dispositivos intrauterinos (DIU) es otro factor a considerar, especialmente si se ha insertado recientemente. Aunque el DIU son métodos anticonceptivos efectivos, su inserción puede introducir bacterias en el tracto genital. De igual manera, las mujeres con un historial de cirugía pélvica están en mayor riesgo debido a las posibles alteraciones en la anatomía y la introducción de microorganismos durante los procedimientos quirúrgicos.

Un historial previo de enfermedad inflamatoria pélvica también aumenta las probabilidades de recurrencia. Las mujeres que han tenido EIP anteriormente deben ser particularmente cuidadosas y mantenerse bajo supervisión médica regular.

El tabaquismo es otro factor de riesgo que no debe subestimarse. Fumar puede afectar el sistema inmunitario y la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, aumentando así la susceptibilidad a EIP. Además, las prácticas sexuales de alto riesgo, como el sexo sin protección, son un importante contribuyente a la propagación de infecciones que pueden llevar a EIP.

El uso frecuente de duchas vaginales es una práctica que también puede aumentar el riesgo. Estas duchas pueden alterar el equilibrio natural de bacterias en la vagina, facilitando el crecimiento de bacterias nocivas.

Por último, un historial de complicaciones en el embarazo, como abortos espontáneos o partos prematuros, puede ser indicativo de una mayor susceptibilidad a infecciones y problemas pélvicos, incluido el EIP.

Es importante que las mujeres estén conscientes de estos factores de riesgo y tomen medidas preventivas, como el uso de protección durante las relaciones sexuales, evitar el uso de duchas vaginales y someterse a chequeos médicos regulares, para reducir su riesgo de desarrollar enfermedad inflamatoria pélvica.

Complicaciones causadas por la EIP

La EIP puede causar varias complicaciones graves. Una de las más serias es la infertilidad. La EIP puede dañar las trompas de Falopio, lo que puede llevar a la obstrucción de las mismas y a la infertilidad. Además, la EIP aumenta el riesgo de embarazo ectópico, una complicación grave que puede poner en peligro la vida de la mujer.

El dolor pélvico crónico es otra complicación significativa. La inflamación crónica causada por la EIP puede provocar dolor pélvico crónico, que puede ser debilitante y afectar la calidad de vida de la mujer. La EIP también puede llevar a la formación de abscesos en la pelvis, que pueden requerir tratamiento con antibióticos o drenaje quirúrgico.


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