La sexualidad de la mujer durante el embarazo

Uno de los grandes temores que tienen las mujeres tras la confirmación de un embarazo es saber si mantener relaciones sexuales puede o no afectar la gestación.

Desde creencias ancestrales, hasta situaciones de riesgo verdadero pueden ser algunos de los causantes de estas inquietudes. ¿Puede realmente una mujer con un embarazo sano mantener relaciones sexuales? En este artículo se despejarán algunas de estas dudas.

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El sexo durante la gestación

Mientras la mujer vaya llevando un embarazo óptimo y el médico lo permita, las relaciones sexuales pueden ser incluso muy placenteras, hasta más que antes.

Los niveles hormonales de una mujer durante la gestación tienen la capacidad de aumentar de manera considerable su apetito sexual. La razón es que la dilatación natural de los vasos sanguíneos y el aumento de la lubricación vaginal pueden lograr en la mujer un mayor nivel de excitación.

Sin embargo, no todas las mujeres son iguales, e incluso una misma mujer suele experimentar distintas sensaciones y deseos en embarazos diferentes.

El apetito sexual en esas 40 semanas

Cada día del tiempo que dura el embarazo significa un nuevo desafío para la mujer. Son aproximadamente 9 meses en los cuales ella debe convivir con cambios hormonales que alteran el apetito sexual. ¿Como se supone deben ser esos meses de gestación?

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Primer trimestre

Es habitual que durante los primeros tres meses de embarazo la mujer tenga lo que se conoce como malestares matutinos, que por lo general no son más que náuseas y vómitos, pero podrían disminuir el deseo sexual de manera significativa.

Aparte, algunas mujeres pueden sentirse más hinchadas, lo que las hace ver menos atractivas. Y de igual manera, los senos aumentan en volumen y se ponen más sensibles.

Lo más común es que durante estos días ellas sientan temor a poner en riesgo el bebé y por eso suelen ser más cautelosas, sobre todo cuando se trata de sexo.

Segundo trimestre

A partir del 4.º mes de embarazo, los usuales malestares empiezan a desaparecer y las hormonas se estabilizan, lo que se suele reflejar en un mejor humor.

Al mismo tiempo, se ven más bonitas, ya que el embarazo pasó de ser una hinchazón a mostrar una barriguita más formada y empiezan a sentirse mejor con ellas mismas.

En cuanto a los cambios fisiológicos, una mejor vascularización y lubricación vaginal las ayuda a tener orgasmos más intensos y placenteros, y esto se traduce en encuentros sexuales más deseados para ambos.

Tercer trimestre

A partir del 7.º mes empieza el período de mayor exigencia física para las futuras madres. El feto comienza a tomar volumen y causa mayor fatiga. En algunos casos la retención de líquidos las hace ver más hinchadas, por lo que se sienten incómodas con su propia apariencia y el apetito sexual disminuye.

Al sentir que el feto se va ubicando más cerca del canal vaginal, suele ser habitual el miedo a lastimarlo durante el coito. Por lo general ignoran que, sobre todo a finales del embarazo, tener relaciones sexuales puede ser muy beneficioso para inducir el parto.

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No hay dos embarazos iguales

El estado de gestación es una condición excepcional en la vida de cada mujer. Aunque su cuerpo está preparado para ello, el hecho de llevar en su interior un ser en gran parte diferente de sí misma puede traer anomalías no solamente fisiológicas sino también psicológicas. El carácter de la mujer puede cambiar completamente a lo largo de esos 9 meses, y su pareja puede sentir que “no es la misma” que antes. Será esencial su capacidad de comprensión para acompañarla en ese largo viaje que significa traer un hijo al mundo.