Dieta antiestrogénica, puede ayudar a regular las hormonas
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ToggleEl sistema hormonal es una continua revolución. Sobre todo, en la menopausia se producen cambios significativos que generan una reducción de estrógenos. De este modo, la alimentación juega un papel clave en la regulación hormonal.
Las hormonas sexuales son fundamentales en la vida del hombre y la mujer. No obstante, con el paso del tiempo los cambios hormonales se agudizan, sobre todo en las mujeres. Por eso, es importante implementar una buena dieta antiestrogénica que reduzca los niveles de estrógenos. Así se mejora la salud hormonal de manera natural.
¿Cómo influyen los estrógenos en el cuerpo de la mujer?
Los estrógenos cumplen un papel positivo en la mujer. Influyen en la buena salud de los huesos, el cerebro, el corazón, el hígado, la vagina y otros tejidos. Por eso, depende de sus niveles equilibrar el estado de ánimo, el peso, la líbido, la insulina y el envejecimiento.
De hecho, el exceso de estrógenos causa síndrome premenstrual, ovarios poliquísticos, depresión, endometriosis o miomas. Igualmente, con el paso del tiempo aumenta el riesgo de cáncer de útero y de mama en la mujer.
Por eso, es fundamental regular no solo la producción de estrógenos, sino también la función que cumple su concentración en los tejidos y la calidad de su acción en las células.
Además, es preciso evaluar la eficiencia en su eliminación del organismo. También es pertinente analizar cómo los estrógenos ambientales marcan la salud de la mujer y generan riesgo de padecer ciertas disfunciones.
¿Cuándo es importante aplicar una dieta antiestrogénica?
Implementar una alimentación más antiestrogénica es crucial en situaciones que se produzca desequilibrio hormonal. Por ejemplo, cáncer de mama, miomas, endometriosis, síndrome premenstrual, migrañas, ovarios poliquísticos o en condiciones de obesidad.
Esto se traduce en que hay que consumir más alimentos que regulen la aromatasa. Esta es una enzima que se concentra en los tejidos que necesitan estrógenos.
De este modo, existen alimentos beneficiosos que integran inhibidores naturales de la aromatasa, como los polifenoles tipo resveratrol, los luteoprinas, protoantocianinas y flavonoides.
¿De qué se trata una dieta antiestrogénica?
Para regular el sistema hormonal es fundamental atender algunos factores cruciales que involucren un cambio en los hábitos alimenticios. A continuación, te mencionamos los principales elementos que se deben considerar para aplicar una dieta antiestrogénica efectiva:
Regular la grasa corporal
En primer lugar, es importante evitar el sobrepeso a través de una alimentación sana que influya en el metabolismo de las grasas. Por ejemplo, el tomate y los omega-3 aumentan la producción de adiponectina, una hormona que regula el metabolismo de las grasas.
Asimismo, se recomienda el consumo de soja con moderación, ya que reduce la producción de adiponectina. Esto ejerce un papel protector del cáncer de mama. También se deben moderar los azúcares y el alcohol. Además, es aconsejable consumir té verde, que contribuye a disminuir la grasa gracias a los polifenoles como la epigalocatequina.
Cuidar el hígado
El hígado tiene la capacidad de convertir los estrógenos en una sustancia residual para que el riñón pueda eliminarla. De ahí la importancia de depurarse para que las disfunciones del hígado no alteren la producción de estrógenos. Por eso, es relevante aplicar una alimentación antiestrogénica depurativa.
Las bacterias del intestino son clave
Estas bacterias aseguran un buen trabajo del hígado y el intestino. Participan en la producción y eliminación de sales biliares, los derivados del colesterol y la producción y eliminación de las hormonas sexuales.
Asimismo, la microbiota intestinal es capaz de activar compuestos de determinados alimentos, como el ácido elágico de la granada, para convertirlos en inhibidores de la aromatasa.
Finalmente, es conveniente reducir los niveles de estrés, ya que genera desequilibrio hormonal global y hepato-intestinal. Por eso, es necesario optar por productos ecológicos como las semillas de lino mascado, una infusión de pasiflora o té verde. También es recomendable consumir champiñones, frutos secos, espárragos, frutas del bosque y sésamo.