El efecto contraproducente de las dietas restrictivas: lo que necesitas saber

Es importante sentirse cómodo con tu cuerpo. En búsqueda del físico ideal, se puede encontrar un océano de recomendaciones y grandes promesas para resultados inigualables. Pero, ¿realmente funcionan? ¿Estas costumbres son sanas?

En este artículo te resolveremos todas tus dudas sobre la pérdida de peso, las dietas restrictivas y tu bienestar físico.

Dietas restrictivas: El efecto milagro

La realidad es que la mayoría de nosotros conocemos las dietas con grandes promesas de bajada de peso y soluciones rápidas. Basándose en la eliminación de ciertos alimentos o la alimentación constituida por productos sustitutivos a la comida, estas restricciones prometen un tipín en poco tiempo. 

Puede ser confuso entender las razones médicas detrás de estas costumbres, encontrando varias contradicciones entre marcas, nutricionistas y médicos sobre la restricción calórica, ingerir ciertos alimentos o restaurar tu equilibrio metabólico. 

Es posible que durante la práctica de esta dieta se pierda peso. Debido a la bajada de ingesta de azúcares, grasas o carbohidratos, el cuerpo reacciona a esta alimentación poco habitual con una pérdida de peso. Aun así, debido a que las restricciones son tan estrictas, la dieta no es sostenible a largo plazo y, una vez alcanzado el peso objetivo, la persona ya vuelve a su alimentación habitual o incluso a un atracón. Esta acción causa una subida de peso conocida como el famoso “efecto rebote”.

Las consecuencias de las dietas restrictivas

Estas dietas muy bajas en calorías, también conocido como déficit calórico, no son una forma de alimentarse muy agradable. Las limitaciones alimentarias pueden conllevar varias consecuencias para quien las aplique, tanto físicas como psicológicas. Es importante conocerlas para entender todos los posibles efectos que tienen este tipo de dietas. 

Efectos de las dietas restrictivas: Efectos físicos

  • Efecto rebote o yo-yo: Debido a las limitaciones de esta forma de comer, esta dieta resulta ser difícil de mantener al largo del tiempo una vez se haya alcanzado el peso ideal. Al recuperar los antiguos hábitos, el cuerpo recupera el peso perdido e incluso puede aumentar el sobrepeso. En este caso, habitualmente se vuelve en un ciclo de dietas, inseguridades y presiones.
  • Efectos hormonales: La disminución del consumo de ácidos grasos también produce la bajada de vitaminas A, D y E en el organismo, aumentando la posibilidad de osteoporosis y fracturas debido a los efectos negativos en la mineralización ósea y la falta de nutrientes necesarios.
  • Estreñimiento: La reducción del consumo de grasas como el aceite de oliva en estas dietas contribuye a la dificultad de ir al baño por falta de lubricación.
  • Pérdida de Masa Muscular: Debido a las posibles restricciones de un grupo de alimentos en estas dietas, puede tener efectos negativos hacia la masa muscular.
  • Debilidad y bajada en tu rendimiento: Las restricciones resultan en un consumo bajo en calorías, contribuyendo al bajo rendimiento intelectual, debilidad en el pelo y las uñas a causa de la falta de vitaminas y minerales. 
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Dietas restrictivas: Efectos psicológicos

  • Desmotivación: Muchas de estas dietas milagro suelen ser difíciles de gestionar emocionalmente, debido a la restricción de calorías autoimpuesta y la falta del disfrute o deseo por comer.
  • Crea una mala relación con la alimentación: Las restricciones pueden llegar a contribuir a TCA (trastornos de la conducta alimentaria) y el miedo a consumir alimentos. Ver la alimentación con el objetivo de nutrirse es esencial para tener una buena relación con el comer. Es importante entender que la comida tiene un valor nutricional que va más allá de las calorías que consumes, es la gasolina para tu cuerpo.
  • Dificultad en las relaciones sociales: Seguir dietas de moda también pueden dar pie al aislamiento social a causa de la dificultad de consumir debido a las limitaciones calóricas. No querer ir a un restaurante, a comer con amigos por miedo a lo que haya a la carta, pasar la ingesta calórica objetivo o la dificultad de mantenerse en las restricciones de la dieta son situaciones ejemplares de este tipo de aislamiento. 

¿Cómo perder peso sin hacer dietas muy restrictivas? 

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Es importante re-enfocar las intenciones detrás de la perdida de peso, la estrategia para llegar a hacerlo y tu relación con tu cuerpo. Aquí te mencionamos unos consejos para perder peso de forma menos restrictiva con una alimentación saludable, hábitos y estilo de vida: 

  • Comer más comida real: Priorizar el consumo de productos no o poco procesados para asegurar que los alimentos consumidos son de calidad nutricional y aportan a tu cuerpo lo que necesita para evitar deficiencias, crear costumbres que te ayudarán a mantener un peso a través de una dieta equilibrada.
  • Educación nutricional: Si tienes dudas sobre como debes alimentarte, hablar con un profesional o leer libros sobre nutrición, te ayudará a tomar decisiones más aptas para tu bienestar físico y mental. Es importante tener en cuenta esta información antes de seguir una dieta, ya que la falta de energía y nutrientes pueden tener un impacto grande en tu estilo de vida.
  • Mueve tu cuerpo: La dieta no es todo. Para poder llegar a un peso adecuado, también es muy recomendable participar en alguna actividad física. Sea ir a dar una vuelta, apuntarte a gimnasio para hacer entrenamientos de fuerza o clases de baile, activar tu cuerpo es una acción llena de beneficios para tu aspecto físico y tu bienestar emocional.
  • Cambia tu enfoque: La pérdida de peso puede convertirse en un asunto obsesivo, causando desmotivación, cansancio y fatiga. Es importante cambiar tu enfoque más hacia la salud y tu bienestar, darle valor a tu cuerpo más allá de su peso y que sea sostenible en el tiempo. Si te encuentras en una situación obsesiva sobre el sobrepeso y obesidad, o sufres de una condición como la anorexia o la bulimia, contacta con un profesional para qué te guie a gestionar tu relación con tu cuerpo de forma más amena. 
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